¿Cómo rezarla? Cada día a las 3pm (Hora en que ocurrió la Muerte Redentora de Jesús).
Con las cuentas de nuestro rosario rezamos primero:
Un Padre Nuestro, un Avemaría y un Credo.
Después se reza en todas las cuentas grandes:
Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo para el perdón de nuestros pecados y los pecados del mundo entero.
En todas las cuentas pequeñas:
Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Se reza al final:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero (Esto se repite 3 veces). Jesús en tí confío (3 veces).
Oración final:
Oh sangre y agua que brotaste del Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo como manantial de misericordia para nosotros, en tí confío.
LA GRAN PROMESA DEL MISERICORDIOSISIMO JESÚS
Yo prometo que el Alma que venere esta imagen de la Misericordia no perecerá. Yo le prometo ya aquí en la tierra la victoria sobre sus enemigos, especialmente en la hora de la muerte. Yo el Señor, lo protegeré con mi propia Gloria. Estos rayos de mi Corazón que significan sangre y agua, protegen a las Almas de la ira de mi Padre. Feliz el que viva bajo su sombra, pues la mano de la justicia de Dios no le alcanzará. A las almas que propaguen mi misericordia yo las protegeré por toda su vida como una madre a su hijo, y en la hora de la muerte, para ella no seré Juez, sino Redentor. En esta última hora el alma no tiene otra protección que mi misericordia. Feliz aquella Alma que durante su vida estuvo hundida en mi misericordia. Dí a la humanidad sufriente, que venga a mi Misericordioso Corazón y les daré Paz.
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